Help Us Raise $10,000 for Victims of Cuba’s Disastrous Fire
On Friday, August 5, in the province of Matanzas, Cuba, lightning struck an oil tanker in Cuba's largest oil storage facility. This led to a tremendous explosion and a still uncontrolled fire that has resulted in dozens of people injured, some in critical condition. As of Saturday, August 6, at least 17 firefighters were reported missing.
This fire, the largest in Cuban history, comes at a time when Cuba is currently undergoing an energy crisis due to soaring global fuel costs, as well as over-exploited and obsolete infrastructure. This oil tank fire will undoubtedly only further exacerbate the electricity outages that Cubans are suffering from in this hot summer. The resources that the government will be forced to put into disaster response will also have a negative impact on the general well-being of Cubans, who are already suffering an economic and humanitarian crisis due to the pandemic, the global economic downturn, and sanctions imposed by the Trump administration and continued under President Biden.
The U.S. Embassy in Havana has expressed its condolences and put out a statement that U.S. law “authorizes U.S. entities and organizations to provide disaster relief and response in Cuba.” However, U.S. policy creates real and significant barriers to organizations trying to provide assistance to Cubans, both in the United States and abroad. For example, Cuba sanctions prevent U.S. organizations from providing urgent assistance due to the need for Commerce Department export licenses and the lack of commercial air cargo service between the U.S. and Cuba. Cuba's inclusion in the State Sponsor of Terrorism List means that banks, in both the United States and abroad, are reluctant to process humanitarian donations. And while donative remittances (which can be sent for humanitarian purposes) have been recently re-authorized by the Biden administration, there is no mechanism in place to send them, as the U.S. government continues to refuse to use the established Cuban entities that have historically processed them. Moreover, payment and fundraising platforms such as GoFundMe, PayPal, Venmo and Zelle, will not process any transactions destined or related to Cuba due to U.S. sanctions.
The response to this disaster should come primarily from the U.S. government. The Presidential Policy Directive, an Obama administration policy guide that appears to remain in effect, specifically mentions U.S. cooperation with Cuba “in areas of mutual interest, including diplomatic, agricultural, public health, and environmental matters, as well as disaster preparedness and response.” The State Department and the Department of Defense have primary responsibility in coordinating disaster responses, and should be doing so now.
The U.S. has experienced personnel and equipment needed for fighting this type of fire and to redress with the environmental fallout—expertise that Cuba does not have and has requested from other nations. To withhold assistance at this critical time will indicate to Cubans, Cuban Americans and the world that the Biden Administration is not really interested in the well-being of Cubans, despite statements to the contrary. This is an opportunity to show compassion, regional cooperation, environmental responsibility, and, overall, to be a good neighbor.
Time is of the essence. We urge President Biden to order immediate coordination among relevant U.S. agencies to provide direct and urgent assistance that Cuba is requesting. The administration should also lift existing policies and sanctions that inhibit or prevent Cuba from providing essential medical, humanitarian and environmental relief, or from receiving financial and other assistance from other nations or entities.
Alliance for Cuba Engagement and Respect (ACERE)
CODEPINK
Global Health Partners
Just Foreign Policy
Puentes de Amor
Version en español:
Ayúdanos a recaudar $10,000 para las víctimas del desastroso incendio en Cuba
Un llamado a la asistencia inmediata de los EE. UU. a Cuba, ante el desastre del incendio ocurrido en Matanzas.
El viernes 5 de agosto, en la provincia de Matanzas, Cuba, un rayo cayó sobre un tanque de combustible, en la instalación de almacenamiento de petróleo más grande de Cuba. Esto provocó una tremenda explosión y un incendio, aún no controlado, que ha dejado decenas de heridos, algunos en estado crítico. Hasta el sábado 6 de agosto, al menos 17 bomberos fueron reportados como desaparecidos.
Este incendio, el más grande en la historia de Cuba, se produce en un momento en que Cuba atraviesa una crisis energética debido al aumento de los costos mundiales del combustible, así como a una infraestructura obsoleta y sobreexplotada. Este incendio en el tanque de petróleo, sin duda, agravará aún más los cortes de electricidad que están sufriendo los cubanos en este caluroso verano. Los recursos que el gobierno se verá obligado a utilizar, en respuesta a desastres, también tendrán un impacto negativo en el bienestar general de los cubanos, que ya están sufriendo una crisis económica y humanitaria debido a la pandemia, la recesión económica mundial y las sanciones impuestas por la administración Trump y que continúan bajo el mandato del presidente Biden.
La Embajada de los Estados Unidos en La Habana ha expresado sus condolencias y ha emitido una declaración de que la ley de los Estados Unidos “autoriza a las entidades y organizaciones de los Estados Unidos a brindar ayuda y respuesta en casos de desastre en Cuba”. Sin embargo, la política estadounidense crea barreras reales y significativas para las organizaciones que intentan brindar asistencia a los cubanos, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero. Por ejemplo, las sanciones a Cuba impiden que las organizaciones estadounidenses brinden asistencia urgente debido a la necesidad de licencias de exportación del Departamento de Comercio y a la falta de servicio de carga aérea comercial entre los EE. UU. y Cuba. La inclusión de Cuba en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo significa que los bancos, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, se muestran reacios a procesar donaciones humanitarias. Y aunque las remesas de donaciones (que pueden enviarse con fines humanitarios) han sido recientemente reautorizadas por la administración de Biden, no existe ningún mecanismo para enviarlas, ya que el gobierno de EE. UU. sigue negándose a utilizar las entidades cubanas establecidas que históricamente las han procesado.
Además, las plataformas de pago y recaudación de fondos como GoFundMe, PayPal, Venmo y Zelle, no procesarán ninguna transacción destinada o relacionada con Cuba, debido a las sanciones de EE. UU.
La respuesta a este desastre debería provenir principalmente del gobierno de los Estados Unidos. La Directiva de Política Presidencial, una guía de política de la administración de Obama que parece permanecer vigente, menciona específicamente la cooperación de EE. UU. con Cuba “en áreas de interés mutuo, incluidos asuntos diplomáticos, agrícolas, de salud pública y ambientales, así como preparación y respuesta ante desastres. ” El Departamento de Estado y el Departamento de Defensa tienen la responsabilidad principal de coordinar las respuestas a los desastres y deberían hacerlo ahora.
Estados Unidos cuenta con el personal y el equipo experimentados necesarios para combatir este tipo de incendios y aliviar las consecuencias ambientales, una experiencia que Cuba no tiene y que ha solicitado a otras naciones. Retener la asistencia en este momento crítico mostraría a los cubanos, a los Cubanoamericanos y al mundo, que la Administración Biden no está realmente interesada en el bienestar de los cubanos, a pesar de las declaraciones diciendo lo contrario. Esta es una oportunidad para mostrar compasión, cooperación regional, responsabilidad ambiental y, en general, ser buenos vecinos.
La rapidez es la esencial. Instamos al presidente Biden a ordenar la coordinación inmediata entre las agencias estadounidenses pertinentes, para brindar la asistencia directa y urgente que Cuba está solicitando. La administración también debe levantar las políticas y sanciones existentes que inhiben o impiden que Cuba reciba ayuda médica, humanitaria y ambiental esencial, o que reciba asistencia financiera y de otro tipo, de naciones o entidades.
Alliance for Cuba Engagement and Respect (ACERE)
CODEPINK
Global Health Partners
Just Foreign Policy
Puentes de Amor